top of page

¿Por qué deberíamos terminar para siempre con los propósitos de año nuevo?

Como cada año, a la lista interminable de regalos le sigue una lista de propósitos, cada uno más noble y generoso que el otro. Dejar de fumar, bajar de peso, empezar a ahorrar, pasar más tiempo con la familia, cambiar de trabajo, viajar... ¿Cuál de ellos ya pusiste en tu lista?

¿Y cuántos estaban allí desde el año pasado?

Estamos programados para vivir en cualquier otro día que no sea hoy, y para disfrutar cualquier lugar que no sea aquí, y las listas de propósitos de año nuevo no hacen más que resaltar esto.

Foto: Neyra Silva.

¿Por qué no has cumplido tus propósitos de este año?

¿Cuánto de lo que querías para este año fue realmente cumplido? Los propósitos que olvidaste, o que simplemente dejaste a un lado, reflejan mucho más de tu persona que los viajes y dinero ahorrado en el banco. Pero no haberlos cumplido no significa ninguna derrota para ti. Muy por el contrario: son las oportunidades de encontrar lo que realmente te apasiona y lo que mueve tu vida.

Digámoslo honestamente: si no has logrado cumplir con tus propósitos no es porque no lo intentaras o no te interesara. No lo has hecho porque la idea misma de una lista de propósitos simplemente no funciona con lo compleja, cambiante y hermosa que es nuestra vida.

Somos seres en permanente cambio, albergamos tantos centros de energía y tenemos tantos aspectos escondidos de nuestra personalidad, que para lograr cada uno de nuestros sueños, tenemos que enfocar mente, cuerpo, corazón y espíritu en cada una de nuestras acciones.

Ninguna de nuestras metas está aislada de la otra. ¿Quieres dejar de fumar? Empieza por hacer ese largo viaje que tanto has pospuesto. ¿Quieres pasar tiempo con tu familia? Quizá debas cambiar primero de trabajo.

¿Por dónde empezar?

La vida no se trata de ir tachando pendientes en una libreta ni palomeando propósitos uno por uno. Se trata de vivir, de buscarte todos los días y al encontrar, seguir buscando, no de escalar peldaño tras peldaño mientras no sabes qué tantas cosas has dejado atrás.

¿Quieres tener un propósito? Comienza por descubrirte, por reencontrarte con las cosas que pensaste que ya no formaban parte de ti, de encontrar tus miedos, tus debilidades y fortalezas.

Continúa por descubrir al otro: ese que se encuentra al lado tuyo y que es completamente diferente y a la vez, increíblemente parecido a ti. No vivimos aislados, y esa es una de nuestras mayores fortalezas. Todos los días, puedes conocer a una persona nueva, o descubrir un gesto completamente nuevo en alguien que ha estado junto a ti toda tu vida.

¿Cuál es tu único propósito?

Deja a un lado esa lista, cierra los ojos y pregúntate: ¿quién eres?, ¿qué es lo que realmente te hace feliz? Esa pregunta no se responde en voz alta, no se tacha ni se palomea. Esa respuesta se encuentra día con día. Y cuando la encuentras, no te queda más que seguir buscando tu camino.

Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
bottom of page